Baluarte carlista, Mirambel albergó en la primera guerra civil la Junta Suprema de Aragón, Valencia y Murcia, nombrada por don Carlos María Isidro Pio Baroja revivió aquellas efemérides en su obra titulada La venta de Mirambel.
Cinco portales y cinco ermitas se reparten por igual las glorias
militares y religiosas. Los primeros sirven de acceso al casco urbano,
aunque uno solo de ellos, el de las Monjas, es practicable para la
circulación rodada. Extramuros de Mirambel, salvando un recodo de la
carretera, se levanta el santuario de San Martín, y por el resto del
término municipal se reparten las ermitas de San Cristóbal, San José,
Virgen del Pilar y Santa Ana.
Es la zona más bella del Maestrazgo turolense. El casco urbano de Mirambel aparece cercado de murallas,
con su ciudadela medieval. Al pie del torreón del portal de las Monjas
se encuentra la recoleta plaza de la Madre Consuelo, religiosa y
maestra. Las bellas celosías del convento asoman sobre el arco fue
fundado en época de FelipeII.
Las calles de Mirambel están empedradas, bellamente pavimentadas con
cantos rodados. En la calle Mayor, que lleva el nombre de Agustín Pastor
Monforte, cabe admirar notables edificios, viejos caserones solariegos,
con piedras armeras en las fachadas y remate de salientes aleros.
Al
fondo aparece el portal del Estudio, que se abre a los rincones más
bellos y pintorescos y da paso al bello conjunto arquitectónico, formado
por la iglesia, la Casa Consistorial, la de Pastor (convertida ahora en
abadía o casa parroquial) y la de Zurita. En esta última, cuyas piedras
se funden con otro portal, el de la Fuente, cuenta la tradición que se
hospedó don Carlos allá por el año 1837. Blibiografi:enciclopedia-aragonesa.com
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